El tiempo de vida de una mariposa es corto y puede variar entre dos semanas y cinco meses. Sin embargo este ejemplar podría haber vivivo mucho menos que eso si no le ayudaban a salvarle la vida.
Romy McCloskey es una diseñadora de vestuario que también se dedica a criar mariposas. Una de ellas tenía un defecto congénito en el ala y se le rompió. Así que la llevó a su casa e intentó un procedimiento para salvarle la vida.
Improvisó una mesa de operaciones en su casa y con los materiales que tenía en su casa pudo reconstruir el ala dañada. Si bien no quedó perfectamente alineada como la original, aún puede utilizarla para volar sin problemas.
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