La pascua es una celebración religiosa que ataña tanto a Judíos como a Cristianos, por motivos diferentes. Los primeros celebran el éxodo de Egipto, mientras que los segundos recuerdan la muerte y resurrección de Jesús. El nombre “Pascua” proviene del latín pascae, que significa “pasar”. ¿Pero de donde vienen los huevos y los conejos?
Tanto en las antiguas civilizaciones Egipcias, Griegas y Chinas, el huevo representaba la fertilidad y la vida. Cuando finalizaba el invierno, se regalaban huevos decorados para recordar que después de la muerte se encuentra la vida.
El primer uso cristiano de los huevos se dio en el Siglo I, cuando se los pintaban de rojo para recordar la muerte y posterior resurrección de Jesucristo. Escritos de 1610 revela que la Iglesia Católica aceptaba a los huevos como símbolo de resurrección, pero no se los decoraba sino que se los comía.
Se cree que el reemplazo de huevos de gallina por chocolate tiene que ver con las tradiciones pascuales de Europa del Este, donde alimentos como carne, huevos y lácteos estaban prohibidos durante la celebración.
En algunos países donde la iglesia protestante está presente, una figura importante es el Conejo de Pascuas. Según la tradición de esta religión, el conejo juzga si los niños o niñas se han portado bien durante la vigilia pascual. Y, de ser así, dejaba huevos decorados, dulces o juguetes.
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Fuentes: Fayerwayer, The Hufftington Post, Time
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