El 20 de Julio de 1969, cuando la primera misión tripulada llegó a la Luna, los astronautas Neil Armstrong y “Buzz” Aldrin dejaron algunos objetos como una placa conmemorativa y una bandera de los Estados Unidos. Esta última tenía una connotación política más importante, dejando en claro que el primer país que puso un hombre en el satélite natural fue el gigante del norte y no la Unión Soviética. Sin embargo, dentro de poco tiempo no quedarían rastros de esa insignia.
Según un reconocimiento que hizo la NASA en 2012, cinco de las seis banderas norteamericanas que fueron puestas en la Luna siguen en pie, pero es probable que hayan pedido todo color debido a la cantidad de rayos ultravioleta que recibieron en casi 50 años.
Científicos de la agencia espacial norteamericana creen que a esta altura, las banderas ya deberían haber empezado a desintegrarse. Hay personas que incluso lo toman como una ironía: Durante la presidencia de Donald Trump, la NASA tiene cada vez menos recursos para hacer exploraciones espaciales y las banderas que plantaron en el pasado se empiezan a destruir de a poco.
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Fuente: Business Insider
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