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Uno pensaría que si hay alguien que puede darse todos los gustos, es la gente de la realeza, sin embargo hay cosas que ni siquiera la monarquía puede hacer, y de hecho la mayoría de nosotros sí.
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El chef Darren McGrady sirvió a la familia real inglesa entre 1982 y 1993. hasta que la princesa Diana lo invitó a ser su chef personal, tarea que llevó a cabo hasta la muerte trágica de Diana en 1997.
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El chef publicó dos libros contando algunos de los secretos gastronómicos del palacio, como que a Harry y a William les encanta McDonald’s.
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Sin embargo hay al menos dos cosas que están completamente prohibidas por el altísimo riesgo de contaminación que tienen: el agua de la canilla y los frutos de mar y mariscos de cualquier variedad.
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Por el lado de gustos, hay un ingrediente que la Reina prohíbe no porque sea riesgoso, sino por que odia su olor: el ajo, en el palacio de Buckingham, es un NO rotundo.
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