La fotógrafía ha evolucionado a lo largo de los años. Desde los primeros experimentos a principio del Siglo XIX hasta la digitalización del proceso, se ha recorrido un largo camino para el perfeccionamiento de este arte. Sin embargo, los métodos primitivos siguen siendo utilizados a modo de proyectos personales o artísticos. Este caso es, como mínimo, interesante.
La artista visual Dani Lessnau creó una serie de fotografías utilizando una pequeña cámara estenopeica de ocho aperturas. Colocó su cámara en su vagina y, tapando y destapando las aperturas con cinta, fotografió a sus amantes.
“Dependiendo de la luz, el proceso podía tardar entre uno o dos minutos” contó Lessnau en un entrevista. “Se siente como una penetración. Hay cierto contacto entre la cámara y mi respiración por lo que sacar la fotografía se vuelve parte de mi cuerpo”.
Al abordar este proyecto, consultó con quienes participaron siendo fotografiados si estaban cómodos con esta forma tan íntima de expresión. Por suerte, al describirles cual era el propósito de este proyecto, todos accedieron.
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