1 Con cajones de verduras.
Podés apoyarlo en el piso, apoyar un par encimados, ponerles patitas, rueditas o colgarlos de la pared. También podés barnizarlos, pintarlos de color, con rayas o dejarlos natural. Se adaptan a casi cualquier estilo según cómo elijas decorarlos.
2 Valijas antiguas apiladas.
Seguro algún familiar tiene alguna guardada y sino podés conseguirla en algún compraventa. Podés dejarlas como están si te gusta un estilo más vintage y si no podés pintarlas de algún color. Apilá unas tres y listo. Además podés usarlas para guardar cosas que no uses casi nunca.
3 Con una mini escalera.
Tal vez alguien que conozcas tenga una, porque se usan en muchos negocios con estanterías altas. Podés pintarla de colores o dejarla más viejita para un look más industrial.
4 Con cualquier madera y una “L”.
Venden esas “L” en cualquier ferretería y podés pintarlas o dejarlas negras. La idea es que se se noten. Con un taladro armás esta mesita en dos minutos.
5 ¡Como una hamaca!
Si querés algo un poco más jugado, podés armar una hamaca con sogas y alguna maderita. Tal vez quieras tener cuidado al apoyar un vaso de agua, eso si.
6 Con una pila de libros o revistas.
Si tenés algunos libros que no te interesen y estén rotos para donarlos o lo que sea, podés apilarlos y usarlos de mesita. Podés forrarlos con colores que te gusten para darles un poco más de onda.
7 Una silla.
Parece una pavada, pero si no tenés mesa de luz y te sobra una silla linda, podés usarla para eso y acá te mostramos que puede quedar muy lindo.
8 Con una madera y pintura o vinilos.
Podés atornillar una madera a la pared y completar el diseño con pintura como te mostramos en la siguiente fotografía. Puede ser también con vinilo autoadhesivo y podés hacer cualquier diseño que se te ocurra imitando una mesita.
9 Con ladrillos huecos.
Esta idea es original y con adornos lindos es realmente genial. La clave es esa, tener cosas lindas, porque si usás tu mesa de luz para dejar botellas de gaseosa vacías va a parecer un lugar abandonado.
¿Qué te parece?