1 Tener exactamente en claro qué estás buscando antes de empezar a marcar avisos
– Barrios ideales y posibles
– Superficie mínima esperada del inmueble en metros cuadrados
– Límite del precio del alquiler
– Tipo de inmueble (casa, departamento, PH, etc)
– Otros requisitos indispensables (parrilla, patio, balcón, terraza, amenities, etc).
Los portales de búsqueda de propiedades son muy útiles porque podés buscar con todos estos filtros ya aplicados, y así poder organizarte mejor.
2 Optimizar tu tiempo buscando en los principales portales de búsqueda de inmuebles en internet, como Properati
También podés probar con otros como Zonaprop o Argenprop.
3 Contactarse sólo con las propiedades que a priori parecen el lugar adecuado para vivir.
4 Coordinar una visita en un momento en que tengas el tiempo suficiente para ver el departamento o la casa con tranquilidad.
Aunque es cómodo agendar varias visitas en un día, tené en cuenta que es mucho más importante observar todos los detalles. Después de todo, es el lugar donde vas a pasar los próximos 2 años de tu vida, al menos.
5 Una vez que estás en el inmueble, chequear TODO ESTO:
– Fijate que cuente con todo lo que decía tener.
– Probá todas las canillas por si hay alguna que falle, y tirá la cadena del baño.
– Escuchá los sonidos de los alrededores (no siempre es lindo vivir cerca de una vía de un tren o al lado de un local ruidoso).
– Fijate que no haya humedades en las paredes/techos que puedan traerte dolores de cabeza.
– Abrí todos los cajones y puertas de placards y alacenas, chequeando que no haya humedad oculta o que alguna puerta o cajón estén un poco trabadas o rotas (tal vez no encuentres fallas muy graves, pero te ponen en posición de negociar mejor precios o reparaciones)
– Fijate y preguntá qué tipo de climatización tiene (los inviernos y veranos vienen muy extremos).
– Averiguá qué medios de transporte están cerca.
– Chequeá los horarios de luz y sol que entran al inmueble. Por eso, si podés ir bien de día a verlo, mucho mejor. Preguntá qué orientación tiene, teniendo en cuenta que una de las más luminosas es si está ubicado hacia el norte, y las más oscuras (y frías) están ubicadas generalmente hacia el sur.
6 Preguntar todo, cualquier duda, por más ingenua que parezca. Por ejemplo:
– ¿Aceptan mascotas? Si tenés una, necesitás saberlo y si no te sirve para saber si vas a tener futuros vecinos animalitos.
– ¿Cuál es el precio de las expensas? (si es un departamento)
– ¿A quién le corresponde el pago del ABL?
– ¿Cuál es el medio de pago del alquiler?
7 Si luego de todos esos pasos ya pudiste elegir la vivienda indicada, tené en cuenta las cláusulas más comunes en un contrato de alquiler:
– No se puede sublocar, es decir que el inquilino no puede alquilarlo a una tercera persona.
– No se pueden hacer modificaciones de la propiedad sin permiso del propietario.
– El primer mes de alquiler se paga por adelantado.
– El pago de depósito de garantía es equivalente a 1 mes de alquiler.
– La inmobiliaria percibe de honorarios entre uno y dos alquileres.
– Al inquilino le corresponde el pago de expensas comunes y no de las extraordinarias. – – Además, quedan bajo su responsabilidad los pagos de los servicios de luz, gas natural, agua corriente y la tasa municipal por alumbrado y conservación de la vía pública.
– Para concretar la operación, se suele requerir al inquilino una garantía hipotecaria para responder en caso de incumplimiento.
– Se establecen penalidades por irse antes o después de finalizado el contrato.
Mirá más cláusulas comunes y cómo es un contrato modelo
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