1 Miguel y Cogote, version camioneros
SITUACION:
Dos camioneros en Argentina protagonizaron una difícil y comprometedora situación. Los hombres terminaron en el hospital cuando, después de tener relaciones sexuales, no lograron separarse por cuenta propia.
Ambos fueron a parar al hospital Emilio Ferreryra en Necochea donde, según testigos, tuvieron que ser separados por los enfermeros y médicos, después de mucho trabajo. “Se quedaron pegados, no los podíamos separar”, explicaron desde el centro de salud.
Pero el enrredo no terminó allí, ya que uno de los camioneros llamó a su jefe y le dijo que había tenido un accidente. Entonces, el patrono decidió llamar a la mujer del supuesto accidentado y la llevó hasta el hospital para que visitara a su marido.
La gentileza del jefe fue el detonante del conflicto en la particular velada que finalizó con una pelea marital en el centro de salud.
2 La mina ‘langosta’
Susan DeLucci, de 22 años, despertó en su casa de Kittery (Maine), con una dolorosa necesidad de acudir al baño. Se aproximó tambaleándose al baño y al sentarse en él, de su vagina salió el ruido más horrible y nauseabundo que jamás había escuchado
Se cree, por las investigaciones de la policía, que dos noches antes del accidente, la señorita DeLucci había comprado en la pescadería del mercado una langosta viva. Mientras descansaba en un sofá, insertó suavemente la cola de la criatura en su vagina para darse placer. Sostenía un mechero encendido próximo a la cabeza de la langosta, lo que obligaba al crustáceo a mover su cola en violentos y espasmódicos movimientos.
El intestino y colon de la langosta estaban llenos de huevos de camarón del fango. Los especialistas creen que la langosta los había ingerido previamente (estos huevos son comunes en el agua de las pescaderías en los mercados y son generalmente inofensivos ya que mueren al cocerse). Se supone que la langosta excretó estos huevos en la vagina de la señorita DeLucci cuando ésta la torturaba. El camarón del fango de Maine tiene un periodo de gestación de dos días, y la señorita DeLucci estaba sólamente a cuatro días de la regla. Los médicos pudieron comprobar que en ese punto de su ciclo menstrual la matriz de la señorita DeLucci tenía el equilibrio perfecto de pH para incubar los huevos del camarón del fango.
3 El chino y la anguila
En China, un hombre decidió que la mejor manera de limpiar las impurezas de su recto era introduciendo una anguila por su cavidad anal, para que el animal comiera “eso que le sobraba”.
La anguila vivía en un pantano cercano a la casa del hombre, él la capturó y luego la introdujo en su ano. Trágicamente los resultados de su arriesgado tratamiento no fueron los que él esperaba y de inmediato tuvo que asistir al hospital para que le extirparan el animal que quería comérselo entero. La anguila adulta de 50 cm de longitud y 600 gramos de peso, quedó atorada en la cavidad rectal del chino.
Finalmente y gracias a una cirugía que duró toda una noche, la anguila fue sacada del recto del hombre, indican que el animal aún respiraba al momento de la operación. Mientras que el hombre permanece en recuperación médica, nada se sabe sobre el destino de la mortificada anguila.
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