1 Ver el “última vez a las” y que no te hayan respondido. Bueeeno, no soy mi abuela y sé como funciona Whatsapp y que me estás ignorando, probá con morirte.

2 El dilema de si poner el emoticon del beso al despedirse o se nota mucho que estás tirando onda. No sé, si no me respondes con otro emoticon de beso capaz sos una basura, pero yo también por apurarme. ¡¿QUE HAGO?!

3 Sentirte muy capo/a al encontrar un emoji que vaya bien con lo que están hablando. Ojo que esto no es tarea fácil, podes estar como 20 minutos juntando 2 emojis para describir una sitaución.

4 Insultar con cautela usando una carita que saque la lengua o feliz. No es lo mismo “Sos un pelotudo” que “Sos un pelotudo :P” Eso nos puede salvar bastante para que el otro no se ofenda.

5 Mandar una foto a un contacto equivocado. Intentás apretar cancelar aprovechando que hubo 2 segundos de relój, pero ya es muy tarde. Ya están las dos tildes y la foto en chiste besando un poster de Twilight fue enviada al amigo de tu hermano.

6 No saber que hacer cuando los dos están escribiendo al mismo tiempo. Empezás a escribir el otro también, parás y el otro también…

7 De repente te das cuenta que gente que tenías agendada hace mucho ahora tienen Whatsapp, o su número lo tiene otra persona. De donde salió tanta gente? es hora de limpiar contactos.

8 Probas un poco la voz antes de hablar por mensaje de voz, no sea cosa que se te escape el gallo Claudio y pases vergüenza.

9 Intentar no abrir Whatsapp porque ya sabes quien seguro te habló y no queres que se vea que le clavaste el visto. A veces deducimos quien nos jode a determinada hora y dejamos el Whatsapp como si fuese una bomba, ni lo miramos.

10 Cuando te envían una cadena diciéndote que sos una de esas personitas especiales en su vida y que si vos pensás lo mismo lo reenvies a quien te lo envió… Eeeh y mirá especial veo que sos, pero me pones en una situación incómoda.